Música

Los mejores discos mexicanos del siglo XXI (Segunda parte)

Desde el ska hasta el son jarocho, estos son algunos de los mejores discos mexicanos en lo que va del siglo XXI.

Aunque no parezca que haya una estructura en la segunda parte de éste listado, me tomé la libertad de brincar de un género a otro. En ellos podremos encontrar autenticidad, técnica e ideas musicales. Hay muchos géneros que faltan por abarcar y analizar, pero por algo hay que continuar y prometo que vendrán más páginas producto de una investigación exhaustiva y nada básica. Mientras, aquí dejo una parte del repertorio.

Si quieres revisar la primera parte de este artículo, da clic aquí.

INSPECTOR – ALMA EN FUEGO (2002)

Simultáneamente por algún tiempo al furor del rock urbano en las orillas de la Ciudad de México vino en los escenarios populares el auge del ska nacional que se alejaba relativamente de esa música nativa de Jamaica y cuyos instrumentos de aliento se parecían más precisamente a los usados por bandas como Bostik y Heavy Nopal, encabezada por supuesto por la Maldita Vecindad como iniciadora.

Junto con la Tremenda Korte y Panteón Rococó, Inspector es uno de los grupos fundacionales del género en México y tienen un disco que merece ser recordado por su ritmo frenético en guitarras, su línea de alientos y canciones memorables y entendibles para todo público, el dolor del adiós, la motivación del amor y el poder de la unión de barrio con por lo menos tres temas que se volvieron canónicos tanto en los bares como en las reuniones de amigos, el gusto popular sí es un logro después de todo cuando viene de una producción con discurso.

ENJAMBRE – EL SEGUNDO ES FELINO (2008)

Hay mucho en las letras del bolero setentero en éste disco, no solo nacional sino de grupos como los Terrícolas y los Pasteles Verdes y con un sonido que recuerda mucho a grupos sudamericanos como Babasónicos y a los grupos ingleses del llamado Indie y aunque la comparación con Zoé es lo que mucha gente escucha de ellos, el imaginario de sus letras no podían ser más diferentes, después de todo de un imaginario.

Y aunque su siguiente álbum “Daltónico” los termina de catapultar mucho más, creo que su estilo y discurso rock pop movido y con el que no es difícil sentirse identificado.

ZOÉ – MEMO REX COMMANDER Y EL CORAZÓN ATÓMICO DE LA VÍA LÁCTEA

Inevitablemente a veces estar en los lugares correctos como en este caso el soundtrack de “Amarte Duele” catapultó un siguiente álbum con mucho más presupuesto y que se aprovechó muy bien redondeando sonora y líricamente este discurso  venido del género de la ciencia ficción en la cultura audiovisual, esas metáforas sencillas de planetas y esferas celestes que bebe mucho de The Cure y la época icónica de Strokes, con una intención y desarrollo de temas liviano, entendible con un poco más de introspección.

He de decir que en ocasiones busco demasiada profundidad en el desarrollo de un tema en una lírica y concepto sonoro, (que en álbumes posteriores se volvería más superficial y no saldría del concept art del disco) y a veces se logra poco, pero alcanza, en éste caso esta banda de Cuernavaca no es profunda, es sencilla, emotiva y bien producida y ha bastado para conseguir una presencia en el imaginario colectivo a través del concepto de sus canciones, que mucho debe a lo visual y al gusto nacional por las bandas que los han influenciado, pues pocas bandas nacionales han si quiera intentado entablar un imaginario a partir de las narrativas de género tanto audiovisual como literario (La última anterior que recuerdo es Chac Mool) y las siguientes que recuerdo (en tiempo de producción musical) son muchas, que no podrían existir sin éste golpe popular en tiempos que el género empezaba a recaer y que el pop latino con tracción de dance hall y reggaeton empezaba a construirse en el imperio comercial que hoy es.

NORTEC COLLECTIVE – TIJUANA SESSIONS VOL .3 (2004)

Este álbum cuenta con canciones irónicas sobre la violencia como “Tijuana Makes Me Happy” donde la ambivalencia de la frontera es captada con una letra de alarma y al mismo tiempo sintetizadores de acordeón bastante divertidos se burlan de los clichés, llevando a la gloria algunos acordes que oscilan entre el mambo y la banda sinaloense con sus respectivos procesos acústicos y voces robotizadas.

De la misma manera que los primeros discos de Telefunka, utilizaban los instrumentos considerados de música de concierto como las cuerdas frotadas, aquí el acordeón y los alientos con el temperado de la banda sinaloense son las materias primas de esta fusión, a momentos lograda, a momentos no, pero que en una búsqueda que se aplaude y que se antojaba necesario.

RAYMIX – OYE MUJER

En nuestro país nos gusta mucho la cultura del underdog, por eso sus video tutoriales donde explica cómo hizo con un software, para muchos de escaso valor u obsoleto, sus canciones que se volvieron un hit, por lo que más de uno se motivó a componer con medios electrónicos desde su casa. Su estilo de producción salta para algo mucho más pop. Quizás por sus colaboraciones con gente del pop latino no tengamos un álbum parecido suyo en mucho tiempo, sobre todo en libertad creativa, simpleza y a la vez un gusto por producir desde sus propios sintetizadores y mezclar algo tan disímil como el trans electrónico y las cumbias, mezcla propia de los sonideros del antes Distrito Federal y del Estado de México, zona de donde es oriundo Raymix.

Esta divertida mezcla retoma esa integración de elementos que recuerda a los hoy extintos Kumbia Kings pero con sintetizadores que integran la música popularizada en la era del internet como el vaporwave, el trance y lo más accesible de la música electrónica donde lo mismo cabe el romanticismo adolescente, el mood de ligue de antro y el humor de hablar de cosas populares que tenía la cumbia del sureste de finales de los noventas, donde hasta la subida de colesterol en la sangre y el ataque de una serpiente eran motivos para burlarse de la desgracia, un buen compilado para ponerse a bailar y disfrutar.

INSTITUTO MEXICANO DEL SONIDO – MÉJICO MÁXICO

Es un álbum que se destaca en sus ambiciones de quitarle lo sagrado a escritores icónicos (todo con respeto y a veces con exceso y poca medida en cuanto a lo sonoro), al swing lounge de músicos que deberíamos recordar más como Juan García Esquivel. Tal vez padece un poco de lo que padecía el álbum Re de Café Tacvba, le sobran canciones y ambiciones y faltó redondear más el concepto para que no se quedara del todo en algo intelectual y hacerlo aún más sabroso, pero es de lo más logrado.

A nivel técnico los grupos como Gallo Negro y proyectos que pretenden fusionar el sonidero con las tracciones más electrónicas deben mucho a éste tipo de experimentos y éste es para mi gusto el más logrado del proyecto sintetizador de culturas sonoras de Camilo Lara donde lo mismo se pueden oír referencias a escritores icónicos que a cosas de la vida cotidiana ¡Y todo siendo bailable! Un estilo que daría lugar a que conjuntos como sonido Gallo Negro hoy puedan ser difundidos y escuchados en un contexto discotequero.

PATRICIO HIDALGO Y EL AFROJAROCHO – SUBTERRÁNEO (2014)

Sus versiones de temas considerados ocultos y de respeto dentro de la misma tradición del son como el “Quemayama”, aquí con una introducción de piano que no se escucha como “la versión fresa” de lo tradicional. “Subterráneo” es un álbum que hace honor a su nombre, sus versos y uso de acordes menores nos refieren a algo, no escatimando en el uso de diferentes jaranas y también en un destacado uso de la tarima y los pasos de baile como instrumento, tanto en su grabación como en la ejecución se trata de un trabajo notable.

Desde la selección de temas que apenas incluyen “El aguanieve”, se nota que no se busca hacer una recopilación de los temas “clásicos” del son jarocho, que la búsqueda es diferente y gran parte del disco son temas originales que retoman la tradición en lo sonoro pero con letras más contemporáneas, a veces cínicas e incluyendo crítica política en el contexto del Veracruz del horrendo sexenio Duartista, recordando también que la estructura de los versos en este estilo musical viene mucho de la repetición de versos por los distintos cantadores, aquí su reinterpretación y adición de versos nuevos es realmente disfrutable.

GABRIELA ORTIZ-  BALKAAH/ALTAR DE MUERTOS/ 6 PIEZAS PARA VIOLETA

Dentro de los círculos cerrados de la música de concierto hay mucha producción nueva, no hay que quedarse con la idea de que todo es regrabar música del siglo pasado y por eso soy de los principales defensores de escuchar lo que se produce en el país, especialmente este tipo de piezas que no son canciones y que toman el imaginario prehispánico o cultural del país como lo hacía el nacionalismo. En este álbum triple ejecutado por la Orquesta Latinoamericana podemos encontrar desde ópera hasta instrumentos prehispánicos.

Si de por sí por su acercamiento emotivo y de composición es valioso, lo es más en tiempos en los cuales la música de concierto u orquesta (no la llamen clásica o más de uno nos ahorca) ve relegada su apreciación por el gran público, piezas abstractas como “Geometría Austral” hacen pensar en el gusto por lo experimental a través de lo académico.

Los mejores discos mexicanos del siglo XXI (Segunda parte)
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