Albert Einstein es, sin duda, el científico más importante y conocido del siglo pasado, así como uno de los más prominentes de toda la historia. Gracias a sus aportaciones al campo de la física, obtuvo en 1921 el Premio Nobel de Física, reconocimiento que recibió debido a sus estudios sobre el efecto fotoeléctrico.
Desde joven, el científico alemán dio cuenta de su genialidad y asombrosa inteligencia, pues en 1905, con tan solo 26 años, publicó su teoría de la relatividad especial, donde presentó diversos postulados, conceptos y fenómenos. En esta teoría aparece su famosa ecuación E=mc² sobre la equivalencia masa-energía.
A lo largo de su vida, Einstein abogó por el pacifismo, sin embargo, en 1939, ante el estallido de la Segunda Guerra Mundial y el posible desarrollo de una bomba nuclear por parte de la Alemania Nazi, el científico firmó una carta elaborada por el físico Leó Szilárd, en la que se alerta al presidente Franklin D. Roosevelt sobre el peligro de que Alemania desarrolle un arma de destrucción masiva.
Esta misiva dio origen al famoso Proyecto Manhattan y posteriormente al desarrollo de las primeras bombas atómicas. Cabe mencionar que Einstein no participó en dicho proyecto ni tuvo injerencia en el lanzamiento de esta letal arma que trajo terribles consecuencias para la humanidad. Años más tarde, Einstein lamentó haber firmado la carta. Además, impulsó el Manifiesto Russell-Einstein, un texto que redactó junto al filósofo Bertrand Russell, en el cual se pedía a los líderes mundiales la desaparición de las armas nucleares, en el contexto de la Guerra Fría.
En el plano ético y religioso, Einstein manifestó ser agnóstico y descartó la creencia de un dios personal, sin embargo, se interesó en el panteísmo del filósofo Baruch Spinoza, pensamiento según el cual la figura de dios es sinónimo de la naturaleza y el universo. En el ámbito político, Einstein publicó en 1949 un artículo llamado ¿Por qué el socialismo? en el cual hace una fuerte crítica del sistema capitalista, modo de producción que consideró como el origen del caos económico de la sociedad.
No cabe duda de que Albert Einstein fue una de las mentes más brillantes del siglo XX y realizó invaluables aportaciones a las ciencias. A nivel internacional, hay diversos premios que llevan su nombre y son otorgados a las personas que realizan aportaciones científicas relevantes, inclusive existe un elemento de la tabla periódica, un cráter lunar y un asteroide que fueron nombrados en su honor.
A continuación, te mostramos algunas de sus frases más famosas.
“El estudio y, en general, la búsqueda de la verdad y la belleza conforman un área donde podemos seguir siendo niños toda la vida”.
“Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”.
“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos”.
“La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado, la imaginación rodea el mundo”.
“Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido”.
“La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de toda verdad y ciencia. Aquel para quien esa emoción es ajena, aquel que ya no puede maravillarse y extasiarse ante el miedo, vale tanto como un muerto: sus ojos están cerrados…”
“Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres”.
“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”.
“Primero tienes que aprender las reglas del juego y después jugar mejor que nadie”.
“La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio debes mantenerte en movimiento”.
“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”.
“No creo en el miedo de la vida, en el miedo de la muerte, en la fe ciega. No puedo probarle a usted que no hay un dios personal, pero si hablara de él, sería un mentiroso”.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.
“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”.
“Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor”.
“Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz”.
“Sólo hay dos maneras de vivir tu vida: una es como si nada fuera un milagro; la otra, como si todo lo fuera”.
“Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”.