Studio Ghibli y sus personajes femeninos que revolucionaron el cine para niños 

By Kimberly Pérez

Posted on 2 marzo, 2022

Desde la existencia de la televisión y los programas animados hasta inicios del 2000, era común ver en el cine, la televisión y los juguetes para niños a personajes femeninos con características físicas maduras, en donde los animadores enfatizaban más la belleza estética que plasmar características acordes a sus edades, siendo estos los ejemplos aspiracionales de las niñas de aquel entonces. Personajes como Barbie y las princesas Disney que, aunque representaban buenos ejemplos de moralidad como la bondad y el lograr tus sueños con el lema “puedes ser lo que quieras ser”, se veía opacado con su lado más superficial e historias en donde parecían mostrarse más como víctimas que como seres valientes y audaces. Hasta que apareció un estudio de animación que cambiaría esta fórmula con sus personajes femeninos, el estudio Ghibli. 

Desde su fundación en el año 1985, en Japón, el estudio Ghibli se convirtió en uno de los mejores estudios de animación, a pesar de tener una popularidad mucho más baja a nivel mundial a comparación con otras empresas. Creado por las extraordinarias mentes de Hayao Miyazaki, Isao Takahata y Toshio Suzuki. Quienes dejaban en claro con cada una de sus cintas, que la creatividad, el ingenio, la inocencia y la valentía iban antes que una cara bonita. Poco a poco sus producciones fueron expandiéndose en todo el mundo, en donde ganaron millones de fans desde estadounidenses hasta latinos. 

Una de las cosas que también resaltaron de este estudio, es la variedad de edades, personalidades y temores en sus personajes, en donde todo tipo de niños podían verse identificados. Tocando temas sobre la baja autoestima, el miedo a lo desconocido y las crisis existenciales, sin perder la dulzura, magia e inocencia que formaba parte de su esencia. A continuación, los personajes femeninos más emblemáticos de Ghibli. 

Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi) 

Es una niña imperfecta, caprichosa, llena de temores y dudas. Esa podría parecer una imagen poco atractiva para ser un modelo aspiracional, sin embargo, su humanidad y realismo dentro de lo fantástico y surrealista es una de las mayores razones por las que es tan especial. Mientras queda atrapada en un mundo fantástico, sus valores, su determinación y su carácter van tomando forma conforme las situaciones lo ameritan. Chihiro no es salvada por un príncipe azul, pero en su lugar, es guiada por un dragón que más que ser su salvador, la hace desarrollar confianza y amor incondicional.

Tampoco hay villanos planos cuya única función es arruinarle la vida, sino personajes con contrastes y complejidad que le ayudan a desarrollar más seguridad y a comprender mejor un mundo en donde una vez abriendo su mente y corazón, logra dejarse maravillar por sus diferencias en lugar de temer a lo desconocido. Tampoco se vuelve segura y confiada de la noche a la mañana, es un camino que va tomando forma conforme descubre su propia identidad, demostrando que podemos seguir adelante a pesar del miedo y la inseguridad que sintamos mientras estemos abiertos a aprender de los demás y caminemos sin mirar hacia atrás.

San, la princesa Mononoke (Mononoke Hime)

Estamos acostumbrados a relacionar a una princesa con belleza deslumbrante, hermosos vestidos glamorosos, una bella joven calmada, elegante y educada que es cautivada por un apuesto príncipe quien la desposa y lleva a su castillo. Aquí la definición de princesa popularmente conocida es desechada y presenta a una princesa o más bien, una Diosa, que no tiene miedo a alzar su voz ante las injusticias, correr descalza con los lobos, luchar por lo que es correcto a mano propia y rechazar ser salvada por un valiente y apuesto joven que, en este caso, se convierte en su cómplice en busca del equilibrio entre la lucha de humanos y animales para tratar de detener el daño que le han hecho a la tierra con sus acciones egoístas.

Obstinada, leal, valiente y fuerte son lo que define a San, la princesa de los lobos. Su desconfianza hacia los humanos le da la imagen de ser una amenaza para su propia especie, pero en realidad, es una guerrera que intenta hacer justicia para proteger a aquellos que se ven en peligro por la especie de la que alguna vez fue parte. 

Kiki (Majo no Takkyūbin)

Es usual en Ghibli alejarse de los convencionalismos y optar por lo surreal, mágico y extraordinario que surge de las mentes creativas de sus creadores. Kiki es una joven bruja entusiasta y confiada que decide mudarse a la ciudad para comenzar su entrenamiento como bruja independiente, pero una vez que sale de su hogar nada resulta como esperaba. Cuando estamos en nuestra zona de confort, con personas que conocemos y nos aceptan por lo que somos, es fácil tener seguridad y creer en nosotros, pero cuando las circunstancias nos hacen salir de nuestro lugar seguro a un mundo nuevo, nuestra perspectiva sobre nosotros mismos y nuestra confianza puede distorsionarse.

Kiki experimenta una crisis de identidad al percatarse de sus diferencias con el resto, su autoestima se deteriora conforme comienza a compararse con los demás y se percata de que no todo sale como esperamos. Los poderes de Kiki se debilitan conforme su mente comienza a crear escenarios basados en su inseguridad y es hasta que decide abrirse ante los demás que comienza a recibir el apoyo y el cariño que necesitaba para creer en ella otra vez y así sus poderes vuelven a florecer. A pesar de sus inseguridades, Kiki demuestra ser más valiente de lo que imaginaba, con valores bien definidos sin importar las circunstancias, manteniendo su independencia y a su vez, aprendiendo a aceptar ayuda y compañía cuando la necesita. 

Sophie (Howl no Ugoku Shiro)

“Se dice que un corazón voluble es la única constante en el mundo”.

Sophie es una chica de 18 años, autosuficiente, pero con baja autoestima e insatisfecha con su vida, quien después de conocer a un joven mago y ser hechizada con aspecto de anciana por una bruja, su perspectiva comienza a tener otro enfoque. La sociedad suele etiquetar a las personas por sus dotes, belleza y temperamento, ignorando sus contrastes y complejidad natural.

A diferencia de la conexión inmediata de los cuentos en donde la atracción a primera vista es suficiente para casarse, aquí el amor va surgiendo al conocer realmente el alma del otro, viendo todos sus colores lejos de los prejuicios, ayudándose a mejorar su percepción de ellos mismos y encontrar su propio camino. Al fortalecer su confianza a través de la comprensión y el amor entre ellos, tal como la magia, poco a poco consigue que el hechizo que recae en ellos se debilite liberando su verdadero ser sin perder la belleza de su imperfección al aceptar quiénes son sin máscaras ni vergüenza. Así es como Sophie logra pasar de la inseguridad y el temor, a desarrollar confianza en sí misma y darle frente a sus miedos por algo más grande que ellos, el amor. 

La princesa Kaguya (Kaguya-hime no Monogatari)

El concepto de princesa se nos ha pintado como un cuento de felices para siempre, lleno de lujos y amor verdadero. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Kaguya es una hermosa princesa que después de nacer en un tallo de bambú, es adoptada por un par de campesinos que la crían y deciden que se transformará en una verdadera princesa con todo lo que esto implica.

Durante su infancia está rodeada de amigos y libertad, siendo simplemente ella misma, pero conforme crece, su libertad va limitándose cada vez más hasta cumplir los deseos de los demás renunciando a los suyos. Las demandas de la nobleza, lo considerado propio e impropio, la superficialidad, falsedad e hipocresía de la gente que la rodea, transforman algo puro y con luz propia, en un objeto de admiración sin voz que desarrolla una crisis de identidad y una necesidad de huir de la imagen que los demás han creado de ella para volver a sus verdaderos orígenes. Kaguya a pesar de todo, mantiene firme su lucha para defender sus deseos, soltando su rebeldía y espíritu libre sin decoro, ateniéndose a las consecuencias con tal de recuperar su vida y poder sentirse viva de nuevo. 

Arrietty (Karigurashi no Arietti)

La precaución nos ayuda a mantenernos a salvo, pero el miedo a lo desconocido también nos priva de tener nuevas experiencias y vivir la vida sin temor y prejuicios. Arrietty, es la primera en su familia de seres diminutos a la que un ser humano logra descubrir y, debido a su audacia y valentía, también la primera que se atreve a tener contacto directo con uno de ellos, con quien además no tiene miedo de expresar su descontento y miedo por el futuro de su especie a causa de las acciones de la suya.

Arrietty al romper con el ciclo de miedo hacia los humanos, también descubre que no podemos juzgar a todos por igual por culpa de otros, encontrando algo que jamás hubiera imaginado en un ser humano: amistad y lealtad. Las diferencias y los prejuicios nos hacen imposible ver las similitudes entre nosotros y descubrir almas que conecten con la nuestra de forma única, sin importar la clase, género o incluso especie. Arrietty y Shō encuentran en el otro la compañía y amistad que necesitaban, demostrando que el amor puro supera las diferencias superficiales y va mucho más allá que el romance.

A pesar de que en esta lista sólo aparecen un par de ellas, la verdad es que dentro del universo Ghibli hay muchos más ejemplos de personajes femeninos dignos de admirar y que han revolucionado la forma en que han sido presentadas comúnmente. Conforme pasaron los años, más personajes fueron teniendo mejores representaciones y desarrollos, comenzaron a tener más poder, carácter y diversidad, dejando atrás los cuentos de princesas delicadas cuya belleza era su mayor atributo para darle paso a personajes femeninos con voz propia, fuerza, rebeldía, aspiraciones y humanidad. Sin embargo, siempre recordaremos a aquel estudio que dio los primeros pasos en revolucionar los modelos aspiracionales infantiles mientras nos transportaban a otras dimensiones y mundos con posibilidades infinitas y ese es Ghibli.