Cine

Legalmente Rubia: La chick flick adelantada a su época

Antes de Margot Robbie en Barbie, tuvimos a Elle Woods. El ícono feminista que desafió los estereotipos de rubia tonta en una de las chick flicks más icónicas del cine. 

Los personajes femeninos dentro del cine han sido escritos constantemente basados en arquetipos que los directores usan como referencia para representar su visión de las mujeres. Aquellos estereotipos que, si bien a veces funcionan dentro del contexto social de la historia, suele encapsular a la figura femenina en un solo concepto, creando personajes unidimensionales para representar un tipo de mujer y, a su vez, influir en la perspectiva de la gente en la vida real y fomentar los prejuicios. 

White Chicks

Durante mucho tiempo la imagen de mujer empoderada era representada con una mujer ruda de fuerza bruta, la mujer inteligente y especial representada como una mujer tímida con apariencia “nerd” y la mujer ególatra, superficial y tonta era representada con una mujer femenina con gusto por la moda. Creando así arquetipos de mujeres a partir de características banales extremistas que limitaban la diversidad y complejidad de los personajes femeninos, especialmente en este género de películas, en donde suelen encasillarse a los personajes en categorías que terminan simplificando su papel. 

Por suerte, al pasar los años hemos podido disfrutar de películas y series con personajes multidimensionales que se liberan de los clichés arcaicos para darnos personajes femeninos frescos, interesantes, complejos y destacables en comedias dramáticas como Fleabag o The Marvelous Mrs. Maisel, cuya protagonista Midge, es una comediante audaz e ingeniosa de gran talento, carisma y personalidad, quien también resulta ser una madre y una apasionada de la moda. Lo que nos remonta al 2001 con un personaje femenino que demostró que el estilo y el profesionalismo no están peleados: Elle Woods. 

La trama, por si ya no la recuerdas bien, trata sobre una chica popular, adinerada y atractiva que decide prepararse para poder ingresar a Harvard luego de que su novio, quien planea entrar ahí, rompiera con ella por considerarla inadecuada y poco seria para salir con un futuro abogado de Harvard. Es entonces que, motivada por demostrar que puede ser la novia intelectual y seria que él busca, se esfuerza por entrar en la prestigiosa escuela y recuperar a su novio. Lo que toma un giro diferente una vez que descubre su propia motivación en la escuela de leyes. 

El cine a inicios del siglo XXI nos dio muchas chick flicks memorables como Mean Girls, What a Girl Wants, 13 Going on 30, A Cinderella Story y Bridget Jones’s Baby. Cintas divertidas y entrañables por sus personajes carismáticos y sus historias enganchables. Sin embargo, en el 2001, hubo una película cuyo mensaje desafió el patrón repetido en las comedias dramáticas al cuestionarse los estereotipos y prejuicios machistas sobre la imagen de la mujer, algo novedoso para una época en la que la imagen de la chica rubia se usaba como algo despectivo. Tomando temas serios sobre el sexismo y los prejuicios en torno a la apariencia de la mujer. 

Manipulación emocional 

En esta película no solo tiene el mensaje de no subestimar a nadie por su apariencia, sino que profundiza en pequeños actos comunes en la sociedad interesantes de resaltar. Comenzando con señalar una conducta común entre aquellos que escogen a sus parejas por utilidad y beneficio propio a través de la manipulación. Esto lo podemos ver cuando luego de que el novio de Elle termina con ella por considerarla inferior y subestimar su inteligencia, la cambia por una chica que considera más apropiada socialmente, aún si no hay sentimientos de por medio. Demostrando que, sin importar la diferencia entre ambas, si una es mejor que la otra y qué tanto compitan entre sí, las dos terminan siendo vistas como objetos reemplazables de un hombre que representa la verdadera malcriadez, el egocentrismo y la superficialidad. 

Acoso sexual  

No es una película en el que mágicamente una chica que fue subestimada por su apariencia se gana el respeto de todos por sus propios méritos. Aquí nos da una muestra realista para muchas mujeres en el ámbito profesional, cuando luego de que pareciera que su profesor de verdad valoraba su avance y su potencial, se nos rompe la burbuja de fantasía al revelarnos que sus verdaderas intenciones eran aprovechar su posición de poder y tener beneficios sexuales a cambio. Algo que, además, añade el prejuicio en el que muchas veces caemos cuando Vivian, al ver la escena, cree automáticamente que fue Elle quien se insinuó y no al revés. Un detalle interesante que representa el acoso sexual y la culpa que les adjudican a las mujeres cuando esto sucede. 

Violencia económica 

El primer caso que maneja Elle como estudiante de leyes es cuando ayuda a su amiga Paulette a recuperar a su perro luego de haber terminado la relación con su pareja, quien se quedó con todos los bienes que compartían juntos. Una situación que, aunque pareciera solo un lindo gesto para su amiga, también ejemplifica el abuso económico cuando se desconocen los derechos ante una situación legal en pareja, lo que en muchos casos termina quedando a cargo de una sola persona en la relación con la intención de tener el control total. Lo que muchas veces resulta desfavorable para las mujeres. 

La sororidad

Retomamos el tema que está muy presente en esta película y es el apoyo entre las mujeres. Desde el haber logrado estudiar para el ingreso a la universidad gracias al apoyo de su hermandad, la orientación legal que le da a su amiga, el compartir consejos con las mujeres del salón de belleza, hasta uno de los momentos más conmovedores que toma lugar cuando su maestra de filosofía, quien se encuentra en el salón de belleza, escucha a Elle confesando querer dejar la escuela tras ser acosada, a lo que la profesora la interrumpe para motivarla a no permitir que un hombre ni nadie arruine su vida.

El detalle que lo hace más inspirador es el hecho de que se encontraban en el salón de belleza, un lugar para mujeres que suele ser referente de superficialidad y vanidad, rompiendo con la creencia machista de que es un pasatiempo de mujeres banales y demostrando que en el fondo tenemos más cosas en común de lo que los prejuicios nos dejan ver, y que incluso una mujer profesional y respetada como la profesora, sabe bien lo que es ganarse un lugar entre los prejuicios y estereotipos sexistas. 

Otro ejemplo es el caso de su clienta acusada de asesinato, quien resulta ser una chica de su hermandad que le confiesa un secreto a Elle, con el cual pese a tener la oportunidad de probar su inocencia al revelarlo, se mantiene fiel a sus principios y el código moral de la hermandad. Optando por probar la inocencia de su clienta retándose a sí misma y poniendo a prueba sus conocimientos como abogada sin recurrir a la traición. Siendo además la única que creyó en la inocencia de su clienta debido nuevamente a los prejuicios sexistas de su entorno. 

Y finamente, la reconciliación de Vivian con Elle, quien luego de conocerla deja a lado sus prejuicios y su absurda rivalidad para unirse y conocerse sin etiquetas ni la intervención de los celos por un hombre que las hacía sentir insuficientes

El romance no opaca el mensaje   

Es usual que en las películas dirigidas para el público femenino haya un interés amoroso que termina siendo el objetivo en proceso de auto descubrimiento de las protagonistas. Y aunque no hay para nada algo malo con el romance, es refrescante ver cuando el desarrollo personal de un personaje no está motivado en encontrar a su príncipe azul como lo hemos visto en las películas de princesas de Disney y, por el contrario, verlo presentado como solo una parte de la historia sobre la superación y la confianza de una mujer en un entorno hostil y prejuicioso que no necesita llenar la decepción de un corazón roto con alguien más para tener un final feliz. 

La autoconfianza 

Al presentarnos a Elle vemos a la típica rubia adinerada ingenua y superficial desconectada del mundo real, algo que conforme avanza la trama somos testigos de lo contrario. Sin embargo, no es solo el espectador quien se da cuenta de la verdadera Elle, sino también ella misma. 

Desde que inicia la película se ve como su entorno, sus amistades, su familia y su novio tienen un concepto de ella que, pese a ser sin malas intenciones (la mayoría), le han hecho inconscientemente adoptar el papel estereotípico de rubia inútil y poco seria, siendo así percibida por la sociedad y por ella misma, pese a demostrarnos en momentos específicos que en realidad es bastante astuta y empática desde antes de entrar a Harvard. 

Es en el transcurso por intentar ser parte de un mundo completamente nuevo e incómodo para ella, finalmente se desata en ella el coraje interno que la obliga a exigirse más a sí misma y florecer dentro de ella una faceta que no conocía, teniendo además el apoyo de personas nuevas que ven en ella su verdadero potencial y la motivan a creer en sí misma. Lo que también le da la confianza y la autoestima que necesitaba para dejar de buscar la atención y el respeto de quienes la subestiman y la hacen sentir incapaz. 

Legalmente Rubia es una de esas películas que, mientras nos hacer pasar un buen rato con su comedia divertida y su ritmo entretenido, nos muestra enseñanzas importantes que envejecen cada vez mejor con el tiempo y, a pesar de estar dirigida principalmente a las mujeres, también logra llegar a todo aquel que se ha sentido subestimado y discriminado a causa de los prejuicios y la intolerancia.

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Legalmente Rubia: La chick flick adelantada a su época
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