A lo largo de los años, el cine además de inspirar, conmover y fascinar con sus historias, también han influido y marcado generaciones a través de diseños que han dejado huella en la moda, ya sea por su peculiaridad, su trasfondo o la manera en que los personajes lo transforman en un distintivo personal. Los diseñadores de vestuario demuestran de esa forma que su trabajo va más allá de vestir a los actores, teniendo un gran compromiso al crear diseños únicos para cada uno en los que se logre reflejar la personalidad, contexto, atmósfera y demás para expresar con precisión el objetivo de la cinta. Consiguiendo en muchos casos romper las barreras de la pantalla llegando a la inspiración de los armarios y pasarelas.
La influencia del cine y la televisión en la moda se ha visto reflejada en diversas películas y series, tales como Friends, The Nanny y Beverly Hills 90210, por mencionar algunas. Así como celebridades y figuras públicas admiradas por la gente desde Lady Di hasta Madonna y diversos iconos pop a lo largo de los años, cuyos estilos han sido inspiración tanto del público como del cine, siendo un reflejo de las generaciones y modelos aspiracionales de cada época.
Curiosamente, muchos de los vestuarios más recordados y emblemáticos del cine, no obtuvieron un reconocimiento por mejor vestuario en los premios de prestigio, incluso algunos ni siquiera formaron parte de los nominados. Sin embargo, el impacto de estos vestuarios, no solo se vio reflejado en la moda de la época, sino que décadas después siguen siendo referentes de nuevas tendencias y recreados tanto en la alta costura como en el cine, la televisión y fiestas de disfraces, logrando mantenerse como iconos de la moda y el cine que superaron las barreras del tiempo.
Estos son algunos de los atuendos que dejaron huella en el cine y la cultura pop.
The Seven Year Itch (Dir. Billy Wilder) (1955)
Marilyn Monroe fue el mayor icono de Hollywood hasta el día de hoy, manteniéndose como el mayor exponente de la sensualidad, belleza y carisma en la época de los 50’s. Lo que por supuesto, dejaría momentos memorables con su encantadora y seductora presencia en escena, siendo una de ellas la imagen que se convertiría en el símbolo de Hollywood, dejando huella en la moda y la cultura popular. Aquella escena en el que el vestido blanco escotado de Monroe se ondeaba con el aire que provenía de las rejillas del metro. Creando no solo una de las escenas más sensuales del cine, sino la imagen característica de Monroe y el séptimo arte.
El creador de este icónico vestido fue el diseñador William Travilla, con quien anteriormente ya había creado otro de sus míticos vestidos dos años antes en “Gentlemen Prefer Blondes”.
Clueless (Dir. Amy Heckerling) (1995)
La moda de los 90’s tuvo grandes y múltiples referentes a través de los videos musicales, el cine y la televisión. Siendo un periodo de la moda tan exitoso que incluso al día de hoy ha tenido su regreso en los armarios de la generación X y uno de los mayores referentes de esta moda es, sin duda, la película de 1995 “Clueless”. La adaptación modernizada de “Emma” de Jane Austen, interpretada por Alicia Silverstone, quien se convertiría después en un icono noventero gracias al personaje de “Cher”, una adolescente rica y mimada que se transformó en un icono fashionista de los 90’s.
El éxito de su vestuario fue gracias a las creaciones de la diseñadora Mona May, dándole al personaje de Cher alrededor de 60 cambios de vestuario. En palabras de May: “Se trataba de Nirvana, las niñas y los niños vestían con camisas a cuadros y pantalones holgados. Tuve que mirar los desfiles para ver qué tendencias podría traer del futuro y que las niñas de la escuela secundaria pudieran llevarlas”. Creando así atuendos que mezclaban la alta costura con el estilo casual de una colegiala, haciendo posible su impacto en la moda de las chicas de los 90’s que regresaría con fuerza más de 20 años después.
Pretty Woman (Dir. Garry Marshall) (1990)
Las comedias románticas siempre han tenido éxito en el público y, sobre todo, aquellos clásicos de los 80’s y 90’s que dejaron huella en el cine y la cultura pop. Siendo uno de los mayores clásicos del género: “Pretty Woman”, cinta que además de conquistar al público con la conexión entre Richard Gere y Julia Roberts, junto a su memorable soundtrack, tuvieron escenas y vestuarios que se convirtieron en un icono de las comedias románticas. Desde las botas altas negras con el vestido de dos piezas hasta el elegante vestido rojo de noche con hombros descubiertos, escote y guantes blancos.
Por supuesto, nada de eso se habría logrado sin las creaciones de la diseñadora Marilyn Vance. Quien además de crear los bocetos, también fue la costurera de cada prenda utilizada en la película, pensando en el crecimiento y etapa de los personajes, sobresaliendo por supuesto, los vestidos utilizados por el personaje de Roberts. Respecto a lo que Valence dijo: “Al principio lleva puestas muchas cosas: una chaqueta, esas botas, el sombrero, todo muy cargado. En cada estilismo sucesivo comienzas a verle adoptar la dirección de “menos es más”. Para el final, es muy sencilla: pura sofisticación”.
Breakfast at Tiffany’s (Dir. Blake Edwards) (1961)
Audrey Hepburn además de haber sido una de las actrices más queridas y cotizadas de los 50’s y 60’s también fue un icono de la moda, que años después seguiría inspirando a diseñadores y marcas que intentarían recrear su estilo emblemático. Resaltando en particular aquel vestido negro ajustado con guantes y collar de perlas con la que quedó inmortalizada a través de su personaje en “Breakfast at Tiffany’s” en el año 1958. Convirtiendo ese “little black dress” en uno de los vestidos más icónicos del cine.
Creado por el diseñador Hubert de Givenchy, quien fue reconocido como un diseñador visionario capaz de crear diseños sofisticados y atemporales a través de la elegancia y sutileza del color negro, así como por haber vestido a las mujeres mas emblemáticas del Hollywood clásico, incluyendo a la primera dama, Jackie Kennedy y su musa frecuente, Audrey Hepburn, quien según sus palabras: “Su ropa es la única con la que me siento yo misma. Es más que un diseñador; es un creador de personalidad”.
Tres piezas de este icónico vestido negro se encuentran en diferentes partes del mundo: una en el archivo de Givenchy, la otra en el Museo de la Indumentaria de Madrid y la última vendida en una subasta de Christie’s por más de 607.000 euros en 2006. Siendo uno de los vestidos más emblemáticos de la historia del cine.
Cinderella (Dir. Hamilton Luske, Wilfred Jackson & Clyde Geronimi) (1950)
Las películas animadas, así como los live action, también han dejado marca en la historia de la cultura pop con sus vestuarios, manteniéndose como una inspiración que no envejece sin importar la época. Uno de los primeros vestuarios dentro de la animación que se convirtió en un icono del cine fue el hermoso y brillante vestido de Cenicienta, uno de los primeros clásicos de Disney que representa el momento cumbre en el que la belleza interna del personaje se exterioriza y experimenta la libertad por primera vez después de mucho tiempo.
La escena de transición de los harapos al vestido que todos conocemos fue una de las piezas clave para que se convirtiera en uno de los vestidos más emblemáticos del cine, el cual fue inspirado en el diseño de 1947 de Dior que marcó un antes y después de la moda en la posguerra, con mangas más redondeadas, cintura ceñida y falda amplia que daría inicio a la moda de los 50’s.
Annie Hall (Dir. Woody Allen) (1977)
La dirección de Woody Allen es conocida por sus ambientaciones clásicas y personajes peculiares que rompen la cuarta pared, dándole esto un sello distintivo y el reconocimiento como uno de los directores más incluyentes. Por ese motivo, no es sorpresa que alguno de sus personajes se convirtiera en un icono del cine gracias a su personalidad y encanto, atributos que también se ven reflejados en su forma de vestir y expresarse. Siendo un ejemplo de ello, Annie de “Annie & Hall” interpretada por la maravillosa Diane Keaton, cuyo estilo inspiraría nuevas tendencias que se ven reflejadas hasta el día de hoy.
Este vestuario que mezclaba prendas de moda francesa y londinense inspirada en tiendas de segunda mano con pantalones anchos, sombreros y corbatas que mezclaban lo mejor del estilo femenino y masculino de aquella época, fue elegido por la misma Diane, en compañía de los diseñadores de vestuario Nancy McArdle, George Newman, Marilyn Putnam y el mismísimo Ralph Lauren. Creando así un estilo atemporal y uno de los looks más memorables del cine.
13 Going on 30 (Dir. Gary Winick) (2004)
Un clásico de las películas románicas del 2000 que mezcla el mundo de los 80’s con el del 2004, la cual además de haber cautivado a la audiencia por su ternura y romanticismo, supo crear escenas tan memorables que el vestuario utilizado en ellas ha servido como inspiración del público y la moda desde ese entonces. Sobre todo, refiriéndonos a aquel vestido corto con franjas de colores, escote y un collar de mariposa que mezcla la imagen adulta con la inocencia de Jenna, mientras suena “I Wanna Dance with Somebody” para después crear otra de las escenas más memorables de la cinta junto a Mark Ruffalo y la icónica coreografía de “Thriller”. Logrando que casi 20 años después los diseñadores hicieran réplicas trayendo de vuelta exitosamente la nostalgia y fanatismo por esta comedia romántica.
El diseño de este icónico vestido, así como el resto del vestuario estuvo a cargo de la diseñadora Susie DeSanto, quien además de hacer un gran trabajo captando la esencia de cada personaje, creó a un icono de la moda dosmilera.
Who Framed Roger Rabbit (Dir. Robert Zemeckis) (1988)
Regresando a la animación y en este caso, la animación mezclada con acción real. Tenemos a uno de los personajes más sensuales de la pantalla grande, el cual sorpresivamente no pertenece al elenco de los actores reales de la cinta, sino al de los dibujos animados: Jessica Rabbit.
Una pelirroja curvilínea con cintura pequeña y mirada seductora que deslumbraba con un vestido rojo brillante de lentejuelas con abertura en la espalda y escote pronunciado combinado con un par de guantes morados, creando una apariencia inspirada en los las mujeres más bellas y sensuales del Hollywood clásico. En palabras de Robert Zemeckis, la inspiración para su diseño se basó en Rita Hayworth, la cabellera de Veronica Lake y el aspecto de Lauren Bacall. Una combinación que dio como resultado a un icono cuyo estilo ha sido recreado en múltiples ocasiones desde su estreno en 1988.
Grease (Dir. Randal Kleiser) (1978)
La moda de los 50’s, el rock, los autos, las malteadas y, sobre todo, la música y el baile, son algunas de las características que convirtieron a este musical de 1978 en un clásico del séptimo arte. Las coreografías junto con el carisma de los personajes tuvieron tanto éxito en el público que ha tenido diversas recreaciones y adaptaciones musicales a lo largo de los años.
Evidentemente al ser un clásico dentro del género musical, el vestuario de aquellas escenas memorables sería un factor importante, motivo por el cual destacan los atuendos ajustados, las chaquetas de piel, los rizos y la vaselina llevados por Olivia Newton-John y John Travolta. También sobresale el acto musical de “You’re the One That I Want” en el que se observa la transición del estilo de Sandy, uno de los momentos más recordados e icónicos del género musical.
El vestuario estuvo a cargo de los diseñadores Betsy Coz para el elenco femenino y Bruce Walkup para el elenco masculino, plasmando los diferentes estilos y personalidades de los adolescentes en los años 50’s.
The Wizard of Oz (Dir. Victor Fleming) (1939)
Considerado el tercer mejor musical del cine por el American Film Institute. Esta adaptación de la novela de L. Frank Baum, se convirtió en un clásico gracias a sus innovaciones visuales y sus paisajes, además del talento y encanto natural de Judy Garland. Al tratarse de una película de fantasía con personajes y paisajes coloridos y llamativos, su vestuario no sería la excepción, siendo así uno de los más reconocibles y populares de la pantalla grande y el género de fantasía, sobre todo, aquel vestido azul cuadriculado de Dorothy con las zapatillas de rubí que te llevaban a casa al chocarlos tres veces.
Este iconico vestuario fue creado por el diseñador Gilbert Adrian, quien durante su carrera colaboró en más de 250 películas, vistiendo a grandes nombres del Hollywood clásico y cuyo trabajo en esta cinta ha sido referente de inspiración para un sin fin de proyectos audiovisuales, fiestas, celebridades y marcas de ropa como la línea de Luis Vuitton en su colección de primavera del 2019, utilizando escenas icónicas de la cinta directamente sobre sus diseños y vestidos inspirados en los colores y patrones del vestuario, demostrando así su impacto en la moda hasta el día de hoy.
The Addams Family (Dir. Barry Sonnenfeld) (1991)
La excéntrica familia Addams es una de las familias más icónicas y entrañables del cine y la televisión desde su estreno en la pantalla chica en 1964. Sus peculiaridades, carisma y humor son el sello distintivo que logró cautivar al público y dejar huella en la cultura pop.
Sus extravagancias, además de verse reflejadas en sus actos y personalidad, tenían que verse reflejada también en su forma de vestir, ya que, a lo largo de los años, su vestuario ha sido inspiración en fiestas de disfraces, homenajes, cosplay’s en incluso en la moda de alta costura.
En este caso, no es solo un personaje el que obtiene el foco de atención, sino todo el elenco que conforma la familia Addams. Desde el clásico vestido negro entallado de Morticia Addams, el vestido de cuello blanco de Wednesday (Merlina) hasta la playera a rayas de Pericles y el traje a rayas de Gomez (Homero) Addams. Todos con la elegancia tétrica del color negro en común.
Para la película de 1991, protagonizada por Anjelica Huston y Raúl Juliá, la diseñadora de vestuario Ruth Myers fue la encargada de crear una nueva adaptación de los vestuarios del cómic creado por Charles Addams para la pantalla grande, manteniendo la esencia y personalidad que caracteriza a cada uno y, a su vez, dándole una esencia propia y modernizada.
Bram Stoker’s Dracula (Dir. Francis Ford Coppola) (1992)
Esta adaptación de Coppola, además de contar con grandes nombres del Hollywood noventero, tiene como uno de sus grandes atributos un maravilloso vestuario galardonado en los premios Oscars, cuyos detalles fueron planeados cuidadosamente para cada personaje en el que encuentran simbolismos y expresiones basadas en el color y confección de cada uno, siendo uno de los aspectos de la película más importantes y significativas en petición de Coppola. El color rojo hace una fuerte presencia que podemos ver en la armadura de Drácula, su larga bata de seda imitando un mar de sangre, el vestido de Mina fusionándose con la esencia de Elisabetta y diversas referencias a pinturas clásicas, escudos, el impresionante vestido de novia de Lucy y representaciones que dan como resultado una obra de arte en todo su esplendor.
Estas creaciones fueron gracias a la increíble diseñadora de vestuario, Eiko Ishioka, quien se basó en las palabras que le dijo Coppola: “El vestuario será el decorado, el decorado la luz” para crear un vestuario emblemático del cine de terror gótico, dándole una representación digna de la novela de Bram Stoker que dejaría huella en el séptimo arte.
Gentlemen Prefer Blondes (Dir. Howard Hawks) (1953)
Otro de los clásicos por excelencia de la incomparable Marilyn Monroe fue “Gentlemen Prefer Blondes”, musical que estelarizó junto a Jane Russell, que además del talento, belleza y carisma de sus dos estrellas, nos dio uno de los momentos más icónicos de la historia del cine que ha inspirado a celebridades y diseñadores de moda por décadas. El glamoroso número musical de Monroe portando un elegante vestido rosa intenso y guantes mientas seduce a los bailarines, rodeada de joyas de diamantes mientras interpreta el tema “Diamonds Are a Girl’s Best Friend”. Cuya coreografía y vestuario ha sido recreado en múltiples ocasiones, siendo la adaptación de Madonna en su video musical “Material Girl” la más memorable.
Este mítico vestido rosa causó un impacto tan grande en la cultura popular que en el año 2010 fue vendido por $310,000 dólares, siendo descrito como “el traje de película más importante jamás llegado a una subasta”, a pesar de los rumores de que en realidad no era el vestido original, ya que por sus características especiales, no habría durado en buen estado por mucho tiempo.
El creador de este icónico vestido fue el diseñador William Travilla, quien vestiría a Marilyn en 7 ocasiones más durante su carrera, siendo una de ellas la cinta “The Seven Year Itch” en la que creó otro de los vestidos más icónicos del cine. Ganándose así un nombre importante y reconocido entre los diseñadores del Hollywood clásico.
Rear Window (Dir. Alfred Hitchcock) (1954)
Alfred Hitchcock además de ser considerado el padre del suspenso y crear algunas de las cintas más influyentes de los 50’s, también fue reconocido por su minuciosidad en el aspecto visual de sus películas. Desde los colores, los peinados, la decoración y por supuesto, el diseño de vestuario. En palabras de Hitchcock: “Una película tiene que ser visualmente interesante, la imagen lo es todo. Intento contar mi historia en imágenes para que el público no se impaciente y se inquiete si el aparato de sonido se descompone en el cine”. Al tener en claro la importancia del impacto visual, Hitchcock utilizó el vestuario como una guía del personaje para reflejar su personalidad y dar pistas sobre su desarrollo en la historia, así como una herramienta para complementar una escena y el propósito de esta.
Rear Window es un claro ejemplo de eso, ya que logra deslumbrarnos con los glamorosos y exquisitos vestidos del personaje de Grace Kelly traídos de Paris, convirtiéndonos en sus espectadores al igual que los personajes de Kelly y James Stewart mientras vigilan a sus vecinos para descifrar el misterio que nos hace partícipes en esta historia de suspenso.
Este vestuario estuvo a cargo de la maravillosa diseñadora Edith Head, quien además de haber colaborado con Hitchcock en 11 ocasiones, también estuvo a cargo de otros vestuarios icónicos del cine clásico por los cuales recibiría un total de 8 premios de la academia por su excelente trabajo.
Gone with the Wind (Dir. Victor Fleming) (1939)
Al ser una cinta ambientada en la época victoriana y multipremiada por la academia, además de ser una de las primeras en usar el technicolor, no es de sorprender que su vestuario haya sido tan impactante y llamativo como la película misma, ya que al ser uno de los clásicos sobre la guerra civil más representativos de Hollywood, así como una de las más criticadas, sus escenas, personajes y vestuario se convierten también en parte de la historia.
A pesar de que el vestuario en general tuvo una gran presencia en la cinta, fue Scarlett O’Hara, interpretada por Vivien Leigh, el personaje que, sin duda, causó más impacto entre la audiencia con sus deslumbrantes y elegantes vestidos, sobre todo, aquel rojo sangre portado maravillosamente por Leigh, el cual, junto a otros de sus vestidos utilizados durante la cinta, fueron restaurados gracias a la recaudación de 600 fanáticos, quienes juntaron en total 30.000 dólares para recuperar de su deterioro estas reliquias de Hollywood.
El diseñador encargado de estas piezas fue Walter Plunkett, quien tuvo que hacer 5,500 prendas para la película, además de ser el encargado de diseñar el vestuario para el icónico musical de Gene Kelly, “Singin’ in the Rain” en 1952. Dándonos en más de una ocasión un vestuario digno de recordar.
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