Ya todos saben que soy muy fan de las ilustraciones y admiro a quienes pueden bajar sus ideas a través de un dibujo, una pintura, un bosquejo…Te imaginarás todos los ilustradores a los que sigo y en todos los grupos de dibujantes en los que estoy. Mi inicio se llena de obras de arte y muchas de ellas están presentadas junto al artista, el creador de la misma. Posan orgullosos, felices, junto a sus obras terminadas…de hecho, hace un par de meses comenzó a realizarse una especie de challenge en donde se coloca “este es mi arte y este soy yo”: consiste básicamente en presentar un dibujo y en mostrar la foto del artista para que así los usuarios puedan saber quién está detrás de la magia.
Hasta acá pareciera marchar todo bien, después de todo no hay por qué alarmarse ¿no? Ahora bien, qué pasa cuando quien realizó el dibujo es una mujer y al presentar su obra es imposible pasarla por alto porque la dibujante es demasiado atractiva. Los comentarios ya se los imaginarán y es que hay quienes creen que una artista no debería posar junto a su obra; o, mejor dicho, si la artista es considerada demasiado hermosa debería esconderse ya que ¡ay madre mía, distrae demasiado!, y es que ¡ay, no quiere mostrar la tremenda destreza que tiene al pintar; sino que quiere mostrarse a ella misma! Estamos en una época en la que, por suerte, ya se entienden un montón de cosas que antes ni siquiera se planteaban; pero evidentemente nos falta, nos queda mucho, pero mucho por delante.
¿Cuál es el verdadero problema? Ya sabemos que las redes sociales son una gran escuela de “opinólogos” y “todólogos”, en la que pareciera que absolutamente todos pueden opinar lo que quieran sobre lo que quieran. Aquí todos son expertos “soy libre de expresar mi opinión y a quien no le guste que siga de largo” suelen decir…pero el asunto es más complejo de lo que creemos. Acá no se trata de que estés o no de acuerdo con que el artista se muestre junto a su obra; sino que lo preocupante es que, independientemente del talento, las artistas mujeres reciben decenas de mensajes privados que jamás quisieran recibir únicamente por su condición femenina. Posar junto a una pintura o dibujo de su autoría las expone de maneras inexplicables y deben lidiar no sólo con los mensajes subidos de tono, sino además con mensajes machistas tanto de hombres como de mujeres acusándolas de… ¿ser lindas?
La misoginia en este asunto suele excusarse tras la opinión de que la artista ha decidido protagonizar su belleza ante su obra, podemos leer una y otra vez triviales frases como: “Quiere llamar la atención”, “Qué necesidad de posar así”, “Queremos ver el cuadro, no a ti”, entre otros tantos mensajes que muestran a leguas el enojo de ver a una mujer mostrándose sin rodeos junto a su trabajo.
A propósito de esto, Roxana Barahona Oliva, una destacada pintora costarricense, en variadas oportunidades ha realizado llamados de concientización sobre este asunto. La artista ha confesado que las críticas no paran de lloverle por diferentes motivos relacionados con su apariencia, cuestionando su capacidad profesional por como luce. En su más reciente post al respecto agrega: “Ustedes no saben la cantidad de mensajes DIARIOS que me llegan criticando cada centímetro de mi cuerpo, cuando publico cosas de mi trabajo, cuadros, pinturas el tema es: ¡¡¡ocúltese!!!”.
Los usuarios acusan a las mujeres atractivas de explotar su belleza para conseguir seguidores, como si su arte por sí solo no los consiguiera. De hecho, hay un meme circulando que muestra a una dama “aparentemente convencional” mostrando un dibujo inmejorable y que sólo tiene un like y por contraparte una chica atractiva con un dibujo regular con millones de reacciones, este meme suele compartirse en los grupos de ilustración y tanto hombres como mujeres dan sus opiniones al respecto. Pero esto no es lo único por lo que las mujeres artistas son criticadas, ya que, además, si son demasiado bellas dudarán de su autoría frente a las grandiosas obras, pues ya sabes, las lindas son huecas.
Hace un par de años, en una entrevista, Roxana Barahona contó que en sus inicios publicaba su arte de manera anónima y su público, tras no saber quién estaba detrás de la obra, consideró que por la temática y el estilo de su pintura, el autor debía ser hombre –“Eso lo sentí un poco sexista, porque existe un estereotipo de los temas considerados femeninos y no femeninos. Entonces decidí mostrarme yo con mis trabajos para que supieran que las mujeres también podemos dedicarnos a ramas artísticas en las que han predominado hombres” dijo Roxana, pero luego agregó “¿y qué pasó?: me criticaron peor porque, según ellos, al salir con mis trabajos al lado estaba aprovechando mi condición de mujer para generar empatía o atención”.
En sus redes sociales Roxana además ha señalado que hay quienes dudan de que sea ella la autora de sus obras por como se ve o se arregla y agrega “Miles de hombres posan todos los días con sus artes, incluso sin camisa y mostrando sus cuerpos y nadie les cuestiona su capacidad como artista. Si eres hombres puedes posar con tus trabajos y eres profesional; si eres mujer y sales junto a tu obra, estás desesperada por atención.” y es que a nadie le molesta ver a gente “linda” pero esta artista tiene un pequeño problemita: pinta de manera fenomenal… y eso, señores y señoras, es intolerable.