La literatura, al igual que el resto de sus hermanas artísticas, es un mundo vasto para ser explorado. Desde sus inicios, ha estado en constante cambio, y época tras época ha pasado por distintas corrientes que la han formado tal y como la conocemos ahora.
Tan diversas como las mismas flores, podemos hallar variedad en cuanto a géneros para los gustos de todos los lectores: romántico, aventurero, ciencia ficción, y, por supuesto, el de terror y suspenso. En la actualidad observamos en los estantes una gran cantidad de ejemplares que entran en esta categoría; sin embargo, y a pesar de que por supuesto existen actualmente obras increíbles, son sólo algunas las cuales, junto con la propia literatura, han logrado atravesar las barreras del tiempo, logrando ser aclamadas y, consecutivamente, convertirse en clásicos.
Obras que en su época bien fueron ignoradas, escandalosas o aclamadas; independientemente del resultado, detrás de ellas se encuentran autores que, a través de las palabras, la ficción y la redacción, plasmaron sus verdaderos demonios, temores, traumas y obsesiones que transformaron en personajes, paisajes o historias completas que llegaron a atraparnos y mostrarnos que el ser humano, al igual que la Luna, posee un lado oscuro que la mayor parte del tiempo permanece oculta ante los demás.
Bienvenido seas a este paraje de los incomprendidos de tan magníficas obras.
Stephen King, el actual rey del terror psicológico
Stephen King es quizás el más famoso de esta lista de autores debido a sus increíbles obras que han llegado tanto a la pantalla grande como a la pantalla chica. Nacido en Portland, Estados Unidos, ha publicado desde su juventud una extensa variedad de obras literarias, siendo en su mayoría el género por el cual mejor lo conocemos: el terror psicológico. Personajes y criaturas con poderes sobrenaturales o parapsicológicos, con mentalidades bastante crudas y perversas, así como el desarrollo de sus historias en ambientes oscuros, tétricos y que forman parte de la vida cotidiana, son las características principales de las novelas y trabajos literarios de King, tan afamados que se convierten en best-sellers y se venden como pan calientito en la mañana.
Su primera novela fue la que lo lanzó a la fama: Carrie (1974) la cual fue adaptada dos veces en la historia del cine. Entre otras obras escritas por las cuales lo conocemos se encuentran El misterio de Salem’s Lot (1975), El Resplandor (1977), Apocalipsis (1978), La Niebla (1980), Cujo (1981), Pet Sematary (1983), Un saco de huesos (1998), y su más reconocida e incluso imperdible It (1986), sólo por mencionar algunos con los cuales comenzar si deseas adentrarte en el misterioso y maligno mundo de King, o incluso con su extensa lista de adaptaciones cinematográficas.
El terror cósmico: el Universo Lovecraft
Con otro gran y conocido autor americano, proveniente de Providence, Rhode Island, Lovecraft es quien comienza con nuestra lista de autores atormentados que transformaron sus temores o desdichas en piezas clave para sus obras maestras.
Huérfano de padre y criado por una madre ultraconservadora, Howard Phillips encontró refugio en la literatura, la escritura, los paisajes de su tierra natal y en la figura de su abuelo materno; fue en base a éstos que escribió sus libros más famosos, aunado a cuantas cuestiones más vividas a lo largo de su juventud y ya edad madura, sintiendo desde joven una afición por las figuras mitológicas de los dioses de algunas culturas.
A pesar de no haber sido reconocido en vida al ser un escritor fantasma (escribir para otros desde el anonimato), posteriormente a su muerte fue que les dio renombre a sus obras. Entre las más conocidas se hallan la serie de relatos que conforman “Los Mitos de Cthulhu”, una compilación de escritos donde resaltan el horror cósmico y la ciencia ficción cósmica, desbordando locura y un terror exquisito, mostrando a los seres humanos como seres insignificantes ante seres superiores como extraterrestres y dioses, creando un completo universo, el tan conocido “Universo Lovecraft”. ¿Alguna vez escuchaste del “Necronomicón”? Lovecraft es el autor de tan controversial libro, el cual forma parte de dicha saga y, si la curiosidad te mata, te invito a que te envuelvas en dicha pesadilla.
El atormentado poeta gótico: Edgar Allan Poe
Brillante y escandaloso a la vez, Edgar Allan Poe revolucionó el concepto de narración breve, es decir, el cuento, sobre todo dentro del mundo del terror y del género policiaco. Escritor americano, huérfano y acogido por una acaudalada familia, Allan Poe sintió una atracción por la escritura y la lectura desde temprana edad, principalmente al verse influenciado por las lecturas de horror provenientes de Europa enviadas a su padre que tomaba de su oficina, así como por la cultura sureña de la cual se veía envuelto, dando paso, ya en su edad madura, a sus famosos poemas, pero más que nada, a sus aclamados cuentos.
La tristeza y el pesimismo se desarrollan en ambientes y escenas propias de lo gótico y lo macabro, atormentando a los protagonistas de los personajes de sus magistrales trabajos escritos. Allan Poe escribió un gran número de obras literarias, entre los cuales destacan sus imprescindibles poemas “El Cuervo y otros poemas” (1845), “Tamerlán y otros poemas” (1827) y “Las Campanas” (1849); por el otro lado, entre sus cuentos se hallan “Cuentos de lo grotesco y lo arabesco” (1840), “El escarabajo de oro” (1843) y “Los crímenes de la Calle Morgue” (1841).
Suspenso a la francesa: Guy de Maupassant
Guy de Maupassant, escritor de origen francés, nació en el seno de una familia de aristócratas librepensadores, y quizás fue ese su mayor referente para, tiempo después, dedicarse a la escritura. Probablemente no tan conocido más no olvidado, Maupassant nos regaló obras en las cuales podemos observar que los peores horrores pueden provenir de donde menos lo esperamos: las acciones de la vida cotidiana. Ferviente crítico a la vez de la alta clase francesa, y combinado con su gusto por el misterio y la desgracia, las obras de este autor francés no permiten despegarnos de su obra que, aunque su gran fuerte sea el suspenso, darán paso a emociones de intriga, temor y tristeza. Algunas de sus obras más importantes son sus propios cuentos que, a pesar de ser cortos, es la misma brevedad y el buen desarrollo de la historia que nos permite disfrutar de su literatura, así como “El Horla”, “La Bola de Sebo” o “Bel-Ami”.
Franz Kafka, la realidad convertida en pesadilla
No hay peor tormento o dolencia que la realidad misma, y es Kafka quien se encarga de demostrarlo. Nacido en una familia judía y siendo el mayor de seis hermanos, Kafka siempre sintió la opresión por parte de la figura paterna ante las expectativas de éste, siendo dicho sentimiento uno de los factores principales de su visión existencialista y pesimista.
Frío y objetivo en sus relatos, Franz parte de sus mismos miedos y frustraciones y los plasma en la vida de sus personajes, convirtiéndolos en sus más oscuras pesadillas y distorsionándolos en realidades surrealistas y angustiantes de las cuales uno preferiría no pertenecer o, por otro lado, llega uno a identificarse. “La Metamorfosis” (1915) es, sin lugar a dudas, la narrativa más conocida de Kafka, pero entre su vasto trabajo también es recomendable leer “El Proceso” (1925), “Un artista del hambre” (1922), “En la colonia penitenciaria” (1919), “La condena” (1913)y “El castillo” (1926), así como sus variados cuentos.
Bram Stoker, creador de Drácula
Bram Stoker nació en Dublín, Irlanda, y nunca visitó en su vida Transilvania, Rumania. Fungiendo como funcionario público gran parte de su vida, y trabajando para su ídolo del teatro, el actor Henry Irving, Stoker pasaba parte de su tiempo libre en una de sus actividades predilectas: la escritura. Reconocido post mortem por su obra más famosa: “Drácula” (1897), uno de los personajes de terror más simbólicos a lo largo de la historia, se rumorea que entorno a su obra, a través de las escenas de índole erótico, se daba a conocer su supuesta homosexualidad, la cual escondía y no aceptaba abiertamente, la cual incluso llegó a desaprobar y castigar sin escrúpulo alguno. No obstante, este no es su único trabajo ya que cuenta con otros excepcionales integrantes del género de terror: “La dama del sudario” (1909), “La guarida del gusano blanco” (1911) y “Muerte entre bastidores”.
Mary Shelly y su joven obra: Frankenstein o el moderno Prometeo
Perseguida y siempre alcanzada por la constante desgracia de la muerte hasta sus últimos días, Mary Shelly escribió a temprana edad la novela que nos daría muchos años más tarde a uno de los monstruos más conocidos: Frankenstein, aunque en realidad este es sea nombre del doctor Víctor Frankenstein creador de tal criatura.
Su interés por los enigmáticos temas de la vida y la muerte llevaron a la autora británica, aunado a ellos un par de sucesos trágicos, a escribir dicha obra: posteriormente a la muerte de su hija y hundida en una profunda depresión, Mary viajó junto con su esposo a la mansión de Lord Byron, donde pasarían una temporada vacacional. Como un simple juego y luego de una terrible pesadilla que la marcaría y horrorizaría, Mary les leyó a los presentes su legendaria obra con la cual la recordaríamos hasta ahora. Sin embargo, Shelly nunca se enorgulleció de haberla escrito y, a pesar de haber realizado otros trabajos excelentes, así como la misma muerte, Frankenstein siempre estuvo presente hasta su último aliento en este plano terrenal.
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